Pericardio y dolores de espalda

El pericardio es una estructura muy desconocida por la gente en general. Es raro que alguien tenga conciencia de su existencia a menos que haya tenido una pericarditis, fruto de una infección. El pericardio es una membrana serosa que recubre un órgano tan importante como el corazón. Sus puntos de fijación son la razón por la cual en muchas ocasiones se tienen molestias inespecíficas, algunas veces que nos asustan, como son las presiones en el pecho.
Cuando hay mucha tensión emocional, los ligamentos esternopericárdicos cogen tensión y generan esas molestias tan incómodas en el pecho. Los ligamentos más importantes del pericardio son los frenopericárdicos, esternopericárdicos y vertebropericárdicos, aunque hay algunas fibras más pequeñas que unen el pericardio el esófago, las venas pulmonares y la pleura mediastinal. Imaginad la cantidad de implicaciones que puede llevar tener un pericardio con mucha tensión.
El estrés emocional siempre va a ser el peor enemigo del pericardio. Además de las molestias en el pecho, el pericardio va a dar señales de dolor cérvico-dorsal en la espalda, fruto de sus ligamentos que se insertan de C6 a la dorsal cuarta. Cuando se dan estas molestias muchas veces van acompañadas también de síntomas circulatorios como vértigos, cefaleas, problemas visuales o incluso arritmias inespecíficas o palpitaciones.
Como no, el trabajo osteopático ayuda a mejorar e incluso a eliminar estos síntomas tan desagradables.